domingo, 21 de febrero de 2016

LA LINEA ROJA

La diferencia fundamental entre Podemos y el Partido Popular, es que Podemos nace sintiéndose gente y parte de la gente, mientras que PP está acostumbrado a tratar a la gente como si fuesen idiotas o menores de edad. Y hay infinidad de ejemplos.

El más reciente es eso del “España se rompe”. Un problema tan complejo, tan grave y tan importante como el territorial, lo pretenden simplificar en un eslogan publicitario tan burdo y simplón como “España se rompe”. “La chispa de la vida”, “La fiesta nacional”, “España se rompe”.

Así pues, estamos en con eslogan publicitario burdo y simplón del PP, que sorprendentemente, se traga buena parte de la cúpula del PSOE, que lo marca como línea roja, que un líder socialista es incapaz de explicárselo a los suyos y un Podemos a la espera de una negociación seria.

Aunque, en el fondo, España si se está rompiendo; pero no por las propuestas de Podemos; si no por la política del PSOE y, sobre todo, la del PP.

Hace 30 años, no creo que hubiese en Cataluña más de un 3% de independentistas; pero la política del PP-PSOE, durante estos años, no ha hecho más que aumentar el independentismo.

Asuntos como la Ley electoral, ha favorecido a los grandes partidos; pero también, a los partidos nacionalistas, dándoles más escaños que los que les corresponden según el número de votos. Esto les ha permitido ser llave de gobierno; a veces con el PSOE y a veces con el PP; y con esa llave, Pujol ha campado a sus anchas y se ha permitido que los sectores nacionalistas hagan calar en la sociedad catalana, otro eslogan vacío pero efectista como el “España nos roba”.

Si se siembra independentismo, se riega independentismo y se abona independentismo, durante 30 años, ¿de qué nos extraña que la cosecha sea de independentismo?

Precisamente ahora que Podemos se interesa por el asunto, es cuando “España se rompe” según el PP. ¡Qué casualidad!

Podemos defiende el derecho a decidir porque, a diferencia del PP que cree que los catalanes no están capacidad para decidir sobre su futuro. Nosotros confiamos plenamente en ellos, como confiamos en toda la gente, y sabemos que optarán por la mejor solución, que es continuar unidos. Confiamos en que permitir la consulta cerraría este debate que ya dura demasiados años y que no hacerlo alimentará aún más el independentismo bajo el argumento “España no quiere que decidamos para poder seguir robándonos”.

Si todo este tiempo que estamos perdiendo en debatir: derecho a decidir si o no; lo estuviésemos empleando en debatir sobre las ventajas y desventajas de estar unidos avanzaríamos mucho más y localizaríamos qué desventajas tiene estar unidos, para poder corregirlas y permitir una mejor convivencia entre territorios.

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